Lo que los profesionales de la seguridad electrónica deben saber sobre los delitos y las amenazas cibernéticas
El delito cibernético es el tipo de delito de más rápido crecimiento en todo el mundo. Ya sea que los responsables tengan la intención de lucrar robando el dinero o los datos de otras personas, para causar daño a una persona u organización, o simplemente para demostrar su habilidad como piratas informáticos, las amenazas cibernéticas causan un daño real a las personas a las que están dirigidas.
De acuerdo con Norton Cyber Security Insights Report, casi 500 millones de consumidores han sido víctimas de delitos cibernéticos en los 10 países encuestados, con casi 350 millones solo en el último año. Para 2021, el delito cibernético le costará al mundo 6 billones de dólares anuales, lo que hará que el delito cibernético sea más rentable que el comercio global de todas las principales drogas ilegales combinadas. (Cybersecurity Ventures, 2019).
Tipos de delitos cibernéticos
Los delitos cibernéticos ocurren cuando los atacantes cibernéticos o los estafadores explotan las debilidades en los sistemas de seguridad en línea, o se aprovechan de la confianza o la falta de conocimiento de las víctimas, para interrumpir los sistemas en línea, robar datos, extorsionar o hacer amenazas.
A veces, estos delincuentes utilizan conocimientos técnicos para recopilar información personal de los perfiles de las redes sociales, infectar computadoras con malware o eludir los sistemas de seguridad. Otras veces utilizan engaños para convencer a las víctimas de que compartan información personal o contraseñas.
El delito cibernético puede tomar muchas formas, incluyendo:
- Malware: Difundir software malicioso, incluidos spyware, virus, ransomware o gusanos, para bloquear el acceso a componentes clave del sistema, robar datos o proporcionar acceso no autorizado a archivos, o dejar un sistema inoperable;
- Phishing: Engañar a las personas para que envíen dinero o compartan información personal o contraseñas mediante el envío de correos electrónicos falsos que parecen provenir de fuentes legítimas;
- El robo de identidad: Usar la información personal de otras personas para crear nuevas cuentas, realizar compras u obtener acceso no autorizado a servicios en línea;
- Hackear: Robar, cambiar o destruir ilícitamente información personal almacenada en línea o en el disco duro de una computadora, o interrumpir el funcionamiento normal de las redes y sistemas informáticos;
- Crímenes de odio o terrorismo: Incitar a la violencia o al miedo hacia grupos étnicos, religiosos o de intereses especiales.
El impacto de las ciberamenazas
Cualquier dispositivo interconectado puede ser un punto de entrada potencial para ataques cibernéticos. Incluso si una computadora está en una red privada que no está conectada a Internet, no es inmune a los ataques. Con más servicios, más información y más dispositivos conectados entre sí, crece el riesgo de ciberamenazas.
Importantes registros médicos, legales y financieros se almacenan cada vez más en línea. La comunicación empresarial se basa en el correo electrónico, los servicios de mensajería instantánea y los teléfonos inteligentes conectados a Internet. Las empresas minoristas ahora no solo venden en línea, sino que también usan computadoras conectadas a Internet para la gestión de inventarios y almacenes. Las empresas de transporte y logística utilizan servicios en línea para la gestión de flotas y el control del tráfico. Incluso algunos refrigeradores domésticos ahora están conectados a Internet.
Con tantos de nuestros datos personales y comerciales ahora almacenados en nuestras computadoras o en la nube, depende de cada uno de nosotros asegurarnos de que nuestros datos y dispositivos estén protegidos.
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Cómo proteger a su organización de las ciberamenazas
Unas pocas precauciones simples pueden hacer que su empresa sea menos vulnerable a las ciberamenazas, como mantener el software actualizado, crear contraseñas seguras y únicas, desarrollar políticas de seguridad de Internet para su empresa y garantizar que los empleados estén informados sobre las ciberamenazas y que usted tenga un marco de seguridad sólido. para proteger su negocio.
Puede parecer una molestia instalar software antivirus y cortafuegos, cambiar las contraseñas con frecuencia, cifrar datos o desarrollar políticas de seguridad formales. Sin embargo, recuperarse de un ataque cibernético en su sistema informático o reparar el daño causado por el robo de identidad es, en última instancia, mucho más costoso y requiere más tiempo.