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Deja de perder tiempo gestionando tarjetas de acceso. Mejor intenta esto.

¿Cuántas horas a la semana dedica tu equipo a actualizar los derechos de los tarjetahabientes individuales? ¿Qué pasa con los registros de visitantes?

Dependiendo del tamaño de tu organización, la cantidad de tiempo variará. Algunos equipos pueden dedicar más de 10 horas a la semana realizando estas tareas, ¡otros podrían dedicarle mucho más!

Todos los días, los operadores están ocupados haciendo modificaciones a los privilegios de los tarjetahabientes. Parte de esto requiere mantener controladas las políticas corporativas.

Eso incluye dar a los empleados o visitantes acceso temporal a sitios o áreas. También puede implicar la actualización del acceso de un empleado a salas o equipos específicos en función de nuevas calificaciones o roles.  

Ya sabes, esa vez en que Jessie de ventas asumió un rol de entrenamiento temporal y necesitaba acceder al edificio #2 durante 6 meses, o cuando Mark de TI solicitó acceso 24/7 a la sala de servidores de una oficina regional para manejar una actualización de equipo.

Los sistemas de control de acceso tradicionales no están diseñados para esto. Cada vez que hay una solicitud para adicionar, eliminar o cambiar privilegios basados en el rol, los requisitos o el estado de un empleado, alguien debe gestionarla.

Para un operador, todo es un proceso manual que requiere mucho tiempo y es propenso a errores.

Las frustraciones de gestionar los derechos de acceso de tarjetahabientes individuales

Miremos más de cerca. Si un empleado necesita acceder a un edificio específico durante una semana, generalmente se comunicará con un operador de seguridad para realizar esa solicitud.

El operador luego tiene que buscar las políticas de la empresa o consultar con un jefe de departamento para asegurarse de hacer lo correcto. Tal vez ese gerente de departamento esté de vacaciones, por lo que tendrá que realizar esa consulta a otra persona o decidir por su cuenta.

Todo esto mientras hace maniobras con otras prioridades más urgentes.

El operador debe entonces actualizar los privilegios del tarjetahabiente en el sistema de control de acceso e informará al empleado cuando haya terminado.

Para realizar un rastreo de un solo cambio, deben escribir un recordatorio en un papel adhesivo para desactivar esos derechos en una semana. Otros pueden usar recordatorios de calendario o una hoja de Excel para rastrear todas sus reglas personalizadas para tarjetahabientes.

La mayoría de las veces recordarán. Sin embargo, otras veces puede que no.

En algunos casos, realizar un seguimiento de estas reglas personalizadas se vuelve tan complejo que los operadores pierden de vista quién tiene acceso a qué. Es entonces cuando las brechas de seguridad pueden generar vulnerabilidades mayores.

Cómo un sistema de gestión de identidad física y acceso facilita el trabajo del operador de seguridad

Un sistema de gestión de acceso e identidad física (PIAM) simplifica y automatiza estas tareas. En lugar de gestionar puertas o tarjetas, el operador puede utilizar el sistema PIAM para gestionar las identidades de los empleados.

¿Qué es una identidad?

Es una serie de atributos únicos, como el rol de un empleado en la organización, sus certificaciones profesionales y calificaciones educativas, su antigüedad, entre otros.

Un sistema PIAM hace que el proceso de asignación de derechos personalizados a los tarjetahabientes, ya sean permanentes o temporales, sea más eficiente. También ayuda a eliminar las suposiciones del operador que podría tener dificultades para recordar quién tiene acceso a qué o cuándo es necesario revocar los privilegios.

Esto se debe a que, al utilizar este sistema, todo, desde la solicitud inicial y la investigación para la gestión de la autorización, hasta la concesión y desactivación de derechos, se automatiza a través de una aplicación de autoservicio. Esto minimiza los retrasos y las brechas de seguridad mientras garantiza que las políticas se cumplan siempre. Mira cómo funciona en el video a continuación.

 


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La gestión de los derechos de los tarjetahabientes individuales y los registros de visitantes son tareas que consumen muchos recursos y ponen a prueba la productividad de la empresa.

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